JAQUE AL REY

Ufff, si yo fuera rey, estaría muy preocupado pensando al ver estas imágenes: en el Bubisher están confabulando contra mi reinado, no me salva ni todo el majzén junto. Y estos chicos y chicas van en serio, no hay más que verlos tan concentrados ante el tablero. Si además están rodeados de libros…no puede haber ejército que dé más miedo. El Bubisher ya se ha convertido en toda una organización militar y tiene el arma de construcción masiva más importante, la educación. Que no la busquen más lejos, la tenemos nosotros: los peones, el alma del ajedrez, son esos niños y niñas de las fotografías (y son muchos), las torres son las bibliotecas que les acogen, nuestras bibliotecarias son los alfiles que de diagonal en diagonal observan y cuidan de los peones, no tenemos caballos sino camellos que en forma de bibliobuses trotan más que galopan, desierto mediante, en busca de establos llenos de estudiantes. A los reyes no se les ve por aquí, ni se les espera, andan agazapados tras una duna, temerosos de perder sus coronas y sus reinos.

Y aunque el proverbio persa diga que cuando acaba la partida, el peón y el rey regresan a la misma caja, nuestra caja no admite figuras tan altas. Lo siento, majestades, vamos a cambiar las reglas del juego. El tablero es nuestro.

Ah, se me olvidaba: como diría mi amigo Antón, mate en tres jugadas.

Javier Bonet

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