Cometieron el pecado de luchar por su destino, de querer decidir libremente su futuro, mediante el mismo referéndum al que pudieron recurrir todos los demás pueblos de África, sometidos a siglos de colonialismo y explotación. Y purgan ese pecado con 48 años de ocupación, exilio y diáspora.
Todo eso anida en las palabras de Salma, una jovencísima saharaui que forma parte de Kabiak, en Navarra, y por tanto del Bubisher. Unas emocionadas y bellas palabras que pusieron el broche final a la exposición sobre el proyecto, que ha tenido lugar en Castejón, una localidad del sur de Navarra. Una exposición que sigue rotando por esa comunidad, y que seguirá en septiembre.
Dice Salma: “Una sola persona no puede describir el dolor de un pueblo entero.” Claro que sí, Salma, tus preciosas palabras, tu defensa de todas las mujeres saharauis y su capacidad de sacrificio, son la mejor celebración de una lucha que ya dura 50 años. La sociedad civil española está con vosotros, y testimonios como el tuyo hacen más fuertes, más amorosos, esos lazos.