RAÍCES

Durante la agonía de Franco, España vendió y abandonó el Sáhara y a los saharauis; es imperioso combatir esa supuesta normalidad del abandono. No ha sido, empero, la única traición que ha sufrido el Pueblo Saharaui; baste recordar el vergonzoso giro de Pedro Sánchez.

Ronda mi cabeza una imagen de Hamida Abdulah, bien conocido en el Sahara, en la que el viejo guerrero se muestra pensativo, inmerso en sí mismo en una profunda reflexión sobre los más de cincuenta años de vida entregados a la lucha; somos cautivos de la memoria y desgranamos los recuerdos que vienen a nuestra mente.

A Hamida Abdulah, antiguo coordinador del proyecto Bubisher —que es el encargado de construir, promuever, cuidar y gestiona las bibliotecas del desierto—, si le preguntas qué es lo que tiene en mente te dirá: «Estoy pensando en la independencia de mi Pueblo, es la única cosa que tengo en mi corazón, es una promesa con los mártires, es lo que estoy pensando». Son principios profundamente enraizados.

El Frente Polisario acaba de cumplir 50 años —y uno más— el pasado día 10 y otros tantos años se cumplirán el día 20 desde el primer ataque contra las fuerzas colonizadoras españolas. Con el paso de los años, el Frente Polisario ha tenido que volver a tomar las armas contra las fuerzas de ocupación de Marruecos, aun siendo conscientes del poderío militar y económico del reino alauita. No obstante, las raíces de la lucha saharaui son realmente profundas.

Y es que, como los propios saharauis dicen, «en el Sahara no hay tormenta que pueda parar la lucha del Pueblo Saharaui, que no hay viento en el mundo capaz de apagar la llama de la lucha polisaria.” La paciencia del camello, la resistencia en el desierto, el valor y la energía para el combate, el afecto y el compromiso, la determinación y la valentía, y, sobre todo, la razón de que la razón la tienen los saharauis; esas son las raíces de la lucha Pueblo Saharaui.

Josu Jimenez Maia

Traducido del original en euskera publicado en GARA el 13 de mayo de 2024

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