S.D.M.
Redacción 16/05/2017 05:00

El colegio público de educación básica (CPEB) Aurelio Menéndez fue durante todo el fin de semana el corazón de Ibias. La comunidades educativa -con padres, alumnos y docentes de la mano- organizó durante el fin de semana diversas actividades de carácter solidario que congregaron a más de un centenar de personas en este concejo del suroccidente. Un mercadillo solidario vendió productos elaborados en talleres durante el curso. Una prueba de orientación sumó casi un centenar de participantes por equipos, unos con ganas únicamente de pasarlo bien y otro con ganas de superarse. Además, una comida solidaria con aportaciones de los vecinos completó el programa. El dinero recaudado se donará a una organización que está intentando montar bibliotecas en los campamentos de refugiados del Sahara.

La idea fue fraguándose poco a poco y las piezas encajaron en un acto el segundo fin de semana de mayo. El primer paso fue la conexión de las familias y los docentes. El colegio se embarcó en un proyecto con la asociación de padres para organizar talleres formativos, en los que se elaboraron todo tipo de productos, desde cestos a carteras, jabones, cajas de madera,… Al mismo tiempo, en el centro los alumnos comenzaban a estudiar la historia de Marruecos y el Sahara y a comprender el actual conflicto, la situación de los refugiados y los campamentos. De hecho, a través de un profesor supieron también del proyecto Bubisher, una ONG que monta bibliobuses y bibliotecas en los campamentos. Así surgió la idea de montar un mercadillo solidario en el que se venderían todas las piezas creadas con sus manos y contribuir a la causa de Bubisher.

El siguiente paso fue la prueba de orientación. Desde hacía algunos años se organizaba esta competición en Ibias, pero en este 2017 no había nadie dispuesto a liderar la iniciativa. La comunidad educativa dio un paso al frente y se hizo cargo. Hasta se cedieron las instalaciones de la escuela-hogar para que los inscritos pudieran dormir gratis la noche antes. Juntos ultimaron la prueba y hasta colocaron las balizas.

Ayer, domingo, 14 de mayo, todos estos caminos confluyeron. Un centenar de personas, en varios equipos, siguieron las pistas. Los alumnos hicieron de comerciantes en el mercadillo. Los vecinos de Ibias colaboraron con la comida. En un acto central se entregaron los premios e Ibias miró al Sahara.