Dicen que hoy es el día internacional del juego, como si jugar tuviera que tener un día especial. Pues no, nosotros jugamos siempre que terminamos de leer y de hacer una actividad en la biblioteca, cuando salimos del cole o en el recreo, cuando nos juntamos en la daira con otros niños… A veces también jugamos solos, con la bici, con la imaginación, con un balón o con piedras y palos. El caso es que jugando nos olvidamos de los problemas, nos sacudimos la tristeza y hasta la rabia que a veces sentimos. Es verdad que hay momentos en los que jugando nos peleamos, pero vamos aprendiendo que hay que saber ganar y perder. Además, cuando jugamos en equipo, también aprendemos a colaborar y a valorar lo que hacen los demás.

Ah, hay otra cosa que nos encanta, que es inventar juegos nuevos. ¡Eso sí que es divertido!

Nosotros, los niños y niñas saharauis, jugamos muchísimo, a lo mejor es porque aún no estamos pegados a las pantallas , o porque hemos visto siempre a nuestros mayores jugar a juegos tradicionales. O porque jugando somos, como todos los niños del mundo, solo eso, NIÑOS.