LA DIMENSIÓN DEL TIEMPO

El tiempo es un término tan abstracto y tan misterioso, que es difícil dar una definición. Su naturaleza ha sido uno de los grandes enigmas de la humanidad y ha sido abordada desde perspectivas filosóficas, científicas y literarias.

En las distintas culturas y latitudes que forman nuestro mundo, el tiempo fluye de manera distinta, tiene valores diferentes y diferentes son las maneras de medirlo contabilizarlo, usarlo…

En occidente podríamos decir que el tiempo es algo que usamos para hacer cosas, que lo medimos con nuestros relojes, que lo planificamos y lo organizamos al milímetro con la frustración de que casi siempre nos falta. Es un tiempo lineal, rectilíneo.

Cuando visitas los campamentos saharauis, enseguida te das cuenta de que entras en otra dimensión del tiempo. Allí el tiempo se vive, se tiene, se hace; es algo subjetivo que va con las personas y que casi nunca falta.

Los saharauis hacen suya la frase “vosotros tenéis los relojes, nosotros el tiempo” del escritor tuareg Moussa Ag Assarid.

La espera y saber esperar es un arte complejo. En el exilio el tiempo se dilata. En las últimas cuatro décadas y media han vivido la invasión, la diáspora, el refugio y la resistencia, sin abandonar sus prácticas culturales, imperturbables con el paso del tiempo. Veamos algunos ejemplos:

El Saludo

La gente se saluda con un ritual que requiere tiempo. Preguntan por la familia, por los amigos, por la salud y si todo va bien. Para el visitante, es algo que sorprende si lo comparamos que nuestros saludos.

La ceremonia del té.

Los saharauis, a la ceremonia del té le dedican mucho tiempo, ya que la consideran, desde su preparación hasta su degustación, como un momento para disfrutar reunidos. Tres son los tés que las visitas deben aceptar. El primero amargo como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero suave como la muerte. Esta ceremonia define muy bien la esencia de su cultura. Todos tenemos la vida, todos buscamos el amor y todos tememos a la muerte.

El tiempo es muy lento para los que esperan y muy largo para los que sufren. En los campamentos de refugiados de Tinduf y en los territorios liberados, los saharauis esperan el referéndum de Naciones Unidas sobre el territorio que nunca ha llegado. Llevan años aguardando volver un día a sus tierras de nomadismo, pueblos y ciudades.

EN EL EXILIO, EL TIEMPO SE DILATA

Cándida Santiago

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