OLA DE CALOR

Los campos de refugiados saharauis están siendo testigos de una fuerte ola de calor, un calor insoportable con temperaturas que se acercan a los cincuenta grados algunos días y que los superan otros, con noches en las que casi no es posible dormir. A esto hay que sumar las difíciles condiciones a las que nos enfrentamos los refugiados. Ante esta situación climática, los niños disponen de pocas horas para jugar y con medios casi inexistentes. Los niños saharauis que no pueden disfrutar de las vacaciones de verano en España, que son muchísimos, sufren los durísimos veranos de los campamentos, año tras año. El calor es insufrible y paraliza nuestras vidas después de las primeras horas de la mañana.

Suadu Mahsan, bibliotecaria Bubisher de El Aaiún

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